Diseño editorial: Andalucía Ibera
Saber diseñar publicaciones es una de las tareas más complicadas del diseño gráfico, pero también de las más completas e interesantes desde el punto de vista técnico, creativo y profesional. Hablar de diseño editorial es hablar de matemáticas, de lengua, de arte, de orden, estilo y composición. Es saber organizar, combinar, acomodar, adecuar, estructurar y comunicar con un montón de elementos de distinta índole, de modo que sean capaces de transmitir la información de una manera clara, legible y atractiva. Controlar todos esos elementos a la vez para que estén en buena armonía y cumplan su función es una maestría cada vez más valorada en nuestro sector.
1. Andalucía Ibera: una marca con mucho peso
Andalucía Ibera es un nuevo producto turístico liderado por la Diputación de Jaén en colaboración de las diputaciones de Córdoba y Granada.Trabajar en la creación de una marca que ya nace con las provincias de Jaén, Granada y Córdoba implicadas es una base muy potente en la que apoyarse. Si a eso unimos el peso de una cultura tan mágica, única y mediterránea como la íbera, empezamos a tener datos muy interesantes para la construcción de la marca.
2. Seamos ordenados, gestionemos la información
Como en otras ramas del diseño gráfico, lo difícil es simplificar, sintetizar, reducir. Menos es más también en el diseño editorial. Hay que manejar varias paletas: la tipográfica, la del color o la de la composición. Para sintetizar hay que emplear muy poquitos elementos pero muy bien puestos y ahí reside la dificultad y belleza de esta publicación. La elegancia viene reforzada también por el acabado soft touch y la reserva UVI de sus portadas en su versión impresa.
3. El diseño editorial y la calidad del contenido
El contenido es un factor fundamental en el diseño editorial. Disponer de fotografías y textos que propicien el equilibrio entre ellos es prioritario para obtener una publicación de calidad. En la Andalucía Ibera, este equilibrio no se ha perdido en ningún momento a lo largo de toda la maquetación. Es tan importante que hace posible que el lector no pierda nunca el argumento.
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